Cada vez más empresas entienden que el SEO no es un lujo, sino una necesidad. Invierten en posicionamiento, contratan agencias o freelancers, y esperan ver resultados en pocos meses. Pero la realidad es otra: el 80% de las estrategias SEO fracasan. No porque el SEO no funcione, sino porque se aplica de forma incompleta, desordenada o superficial.
¿Dónde están los errores más comunes? ¿Por qué tantos sitios no despegan, a pesar de los esfuerzos? Y lo más importante: ¿cómo podemos evitar que te pase a ti? Aquí te contamos lo que hemos aprendido después de auditar decenas de proyectos en diferentes sectores.
Todo empieza con una mala arquitectura web
Uno de los errores más repetidos que encontramos al auditar sitios es la ausencia de una arquitectura clara y optimizada. Muchos proyectos comienzan por crear contenido, diseñar páginas bonitas o lanzar campañas… sin tener en cuenta cómo está estructurado el sitio.
La arquitectura web es el esqueleto de tu proyecto: define cómo se conectan tus páginas, cómo navega el usuario y, sobre todo, cómo Google interpreta tu sitio. Cuando esto falla, todo lo demás se tambalea. Nos encontramos con URLs sin jerarquía, menús confusos, páginas que no se enlazan entre sí, y categorías duplicadas que solo generan ruido.
Antes de pensar en posicionar palabras clave, necesitas una base sólida. En nuestra agencia, empezamos por ahí. Reorganizamos el contenido, definimos una estructura jerárquica clara y construimos una navegación fluida, pensada tanto para el usuario como para los motores de búsqueda.
Sin estudio de palabras clave, no hay estrategia real
Otro gran motivo de fracaso es la falta de investigación previa. Muchas empresas crean contenido pensando en lo que “creen” que su cliente busca. Escriben sobre lo que saben, lo que les interesa o lo que está de moda… pero no sobre lo que el usuario realmente necesita.
El SEO comienza por conocer al usuario. ¿Qué busca? ¿Cómo lo busca? ¿Con qué palabras? ¿Qué intención tiene? Sin este estudio, todo lo demás es improvisación. Y en SEO, improvisar sale caro.
En nuestro enfoque, dedicamos tiempo a analizar qué términos tienen potencial, cuáles son viables según tu competencia, y cómo construir un plan de contenido que conecte con cada etapa del viaje del cliente. No escribimos por escribir. Escribimos para posicionar, atraer y convertir.
La experiencia del usuario no es opcional
Podrías tener la mejor arquitectura y los mejores textos optimizados… pero si tu web es lenta, caótica o difícil de usar, el usuario no se quedará. Y si el usuario no se queda, Google tampoco.
Hoy en día, la experiencia del usuario es un factor clave de posicionamiento. Velocidad, diseño responsive, navegación intuitiva, botones claros, formularios que funcionan. Cada pequeño detalle suma o resta.
Es increíble cuántos proyectos descuidan este aspecto. Nosotros trabajamos el SEO de forma integral: no se trata solo de traer visitas, sino de que esas visitas se queden, interactúen y se conviertan en clientes. Por eso, optimizamos performance, revisamos tiempos de carga y mejoramos la experiencia móvil desde el primer momento.
Entonces, ¿Cómo lo hacemos nosotros?
Nuestra diferencia está en el método. En lugar de prometer resultados rápidos, te ofrecemos una estrategia bien hecha desde el principio. Analizamos tu situación actual, detectamos fallos invisibles, trazamos un plan paso a paso y medimos resultados reales.
No aplicamos fórmulas genéricas. Cada sitio, cada sector y cada cliente es distinto. Por eso, personalizamos el enfoque, priorizando lo que realmente impacta: arquitectura, contenido relevante, análisis de competencia, experiencia del usuario y rendimiento técnico.
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